lunes, 16 de junio de 2008

HERMES TRIMEGISTO


Hermes Trismegisto "Hermes, tres veces grande" (del griego: Τρισμέγιστος, y en latín: Mercurius ter Maximus) sincretismo del dios egipcio Dyehuty (Thot en griego) y el Hermes heleno, siendo Trismegisto una palabra griega que significa “tres veces grande”.


Hermes Trismegisto, en un mosaico de la Catedral de Siena.
Orígenes

El dios egipcio Dyehuty, era el dios de la sabiduría, patrón de los magos. Posteriormente se le asoció al Hermes griego y al dios Mercurio romano, el mensajero de los dioses.
Platón, en Timeo y Critias comentó que en el templo de la diosa Neith en Sais, había salas que contenían Registros históricos secretos que se había mantenido 9000 años. Clemente de Alejandría estimaba que los egipcios poseían cuarenta y dos escritos sagrados de Hermes, que encerraban toda la información de los sacerdotes egipcios. Siegfried Morenz ha sugerido (Religión de Egipto) "La referencia a la autoría de Thoth ... se basa en la antigua tradición, y la cifra de cuarenta y dos probablemente se debe a el número de nomos de Egipto, y, por tanto, transmite el concepto de integridad". El escritor neo-platónico Clemente habló de "cuarenta y dos textos esenciales".
La literatura Hermética
La llamada Hermética, o "literatura Hermética", es una categoría de papiros que contienen hechizos y procedimientos de inducción mágica. En el diálogo llamado Asclepios (el dios griego de la medicina), se describe el arte de atrapar a las almas de demonios o ángeles en estatuas con la ayuda de hierbas, piedras preciosas y aromas, de tal modo que la estatua pudiera hablar y profetizar. En otros papiros, existen varias recetas para la construcción de este tipo de imágenes, de su animación, y de como han de ser estas imágenes huecas para poder realizar una magia, introduciendo un nombre grabado en una hoja de oro.


Hermes Trismegisto.
Resurgimiento hermético medieval

Durante la Edad Media y el Renacimiento, los escritos atribuidos a Hermes Trismegisto, conocidos como Hermetica, gozaba de gran crédito y eran populares entre los alquimistas. La "tradición hermética", por lo tanto, se refiere a la alquimia, la magia, la astrología y otros temas relacionados. Los textos se distinguen dos categorías: de "filosofía" y "técnica" hermetica. La primera se ocupa principalmente de cuestiones de filosofía, y la segunda de magia, alquimia y pociones. Entre otros temas, hay hechizos para proteger los objetos por "arte de magia", de ahí el origen de la expresión "sellados herméticamente".
El erudito clásico Isaac Casaubon, en De rebus sacris et ecclesiaticis exercitiones XVI (1614) mostró, por el tipo de caracteres griegos, que los textos escritos tradicionalmente en la noche de los tiempos, eran más recientes: la mayor parte del "filosófico" Corpus Hermeticum puede ser de una fecha alrededor del año 300. Sin embargo, fueron descubiertos en el siglo XVII errores de la datación de Casaubon por el estudioso Ralph Cudworth, que argumentó que la denuncia de falsificación sólo puede aplicarse a tres de los diecisiete tratados contenidos en el Corpus Hermeticum. Además, Cudworth señaló la falta de reconocimiento de la codificación de estos tratados como una formulación tardía de una pre-existente tradición, posiblemente oral. Según Cudworth, el texto debe considerarse como un término ad quem, y no a quo.
La tradición cristiana medieval lo veneró como protector y guía de los hermetistas, que practicaban las ciencias de la alquimia, la magia y la astrología. Entre los libros atribuidos a Hermes se encuentran en el Corpus Hermeticum. Se le atribuye la redacción de la Tabla de Esmeralda. Entre sus obras más destacadas estarían: “El Poimandres”, “El Kibalión”, ciertos libros de poemas sueltos y “El Libro para salir al día”, también conocido como “Libro de los Muertos”, por haberse encontrado ejemplares de él dentro del sarcófago de algunos destacados egipcios.
La tradición islámica

Antoine Faivre, en El Eterno Hermes (1995) ha señalado que Hermes Trismegisto tiene un lugar en la tradición islámica, aunque el nombre Hermes no aparece en el Corán. Hagiógrafos y cronistas de los primeros siglos de la Hégira islámica identificaron rápidamente a Hermes Trismegistus con Idris, el nabi de las suras 19, 57, 21, 85, a quien los árabes también identifican con Enoc (Génesis 5:18-30). A Idris-Hermes se le llama Hermes Trismegisto porque fue triple: el primero de los nombres, comparable a Thot, era un "héroe civilizador", un iniciador en los misterios de la ciencia divina y la sabiduría que anima el Mundo; y graba los principios de esta ciencia sagrada en jeroglíficos. El segundo Hermes, de Babilonia, fue el iniciador de Pitágoras. El tercer Hermes fue el primer maestro de la alquimia. "Un profeta sin rostro", escribe el islamista Pierre Lory, "Hermes no posee características concretas, o diferentes a este respecto de la mayoría de las grandes figuras de la Biblia y el Corán."[2]
Moderno resurgimiento
Los ocultistas modernos sugieren que algunos de estos textos pueden tener su origen en el Antiguo Egipto, y que "los cuarenta y dos textos esenciales", que contenían lo fundamental de sus creencias religiosas y su filosofía de la vida siguen escondiendo un conocimiento secreto.
Referencias Copenhaver, Brian P. 1995. Hermetica: the Greek Corpus Hermeticum and the Latin Asclepius in a new English translation, with notes and introduction, Cambridge; New York, NY, USA: Cambridge University Press, 1995 ISBN 0-521-42543-3.

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